Blogia
Un espacio para la participación del Colectivo de Enfermería

Salud Pública y educación para la salud colectiva

La salud en la Revolución Bolivariana

CONQUISTAS Y RIESGOS
LA SALUD EN LA REVOLUCION BOLIVARIANA
Por: Modesto Emilio Guerrero (especial para ARGENPRESS.info <http://ARGENPRESS.info>)
Fecha publicación:10/2/2005

En Venezuela se está conformando un nuevo sistema de salud. Constituye uno de los segmentos socioeconómicos de mayor incidencia social por su valor cuantitativo en el índice de desarrollo humano. Sin duda es el resultado de las ingentes inversiones públicas desde 2002-2003, aunque la génesis de esta nueva 'salud' en Venezuela se encuentra en los primeros años del proceso político nacionalista conocido popularmente como 'revolución bolivariana'.

Este nuevo mapa de salud se apoya en la Misión Barrio Adentro, uno de los programas sociales de mayor trascendencia en la reciente historia nacional, si es medido por sus efectos territoriales en salubridad masiva. Como todo lo que se hace con la movilización social, no viene solo.

Para el establecimiento de esta Misión se encadenaron decisiones y convicciones políticas dentro y fuera de Venezuela (por ejemplo, Cuba que aportó 14 mil médicos y su experiencia internacional en asistencia primaria). Una de las convicciones decisivas fue la de los barrios obreros y pobres que sostuvieron el programa en todos los sentidos, no sólo yendo a curarse, también ejerciendo la defensa de los módulos y sus clínicos. Esto constituyó una movilización social y una batalla ideológica.

Sería inconcebible el triunfo de Barrio Adentro, sin la profunda movilización política registrada en Venezuela desde 1998, especialmente cuando esta acción de masas adquirió carácter revolucionaria en 2002. En esa medida Barrio Adentro y la nueva salud venezolana constituye una conquista social.

Es sencillo, la Misión Barrio Adentro no hubiera sido posible sin no lo sostenía el poderoso movimiento social bolivariano que apoya a Chávez.

Sus efectos positivos están impactando en forma inmediata sobre todos los segmentos de la población, en esa perspectiva su acción tiene alcance territorial. Ha servido para ayudar a sostener la estabilidad etaria, el equilibrio sanitario ambiental (relación individuo-ciudad-naturaleza), la reducción en las tasas de morbilidad y mortalidad, la estabilidad en el empleo productivo y el estado de felicidad individual y social. Como programa social en pleno desarrollo, vive atrapado en la dialéctica del impacto de lo nuevo, que por eso mismo es frágil, bajo el peso muerto de lo rancio.

La más útil de las conquistas

Hasta 1998, Venezuela era valorada por los barriles de crudo en el mercado mundial, sus teleculebrones y las reinas de belleza que salían de sus pasarelas.

Esa imagen bizarra comenzó a modificarse en 1999 en el terreno político. Desde la acción revolucionaria de abril de 2002, y 11 meses después, la conquista de PDVSA, la sociedad venezolana dio un salto en histórico en el desarrollo de sus logros. Cada uno de sus segmentos sociales comenzaron a transformarse. La salud fue uno de ellos.

Se evidencia desde entonces, una transformación radical en los ritmos de construcción del proyecto nacionalista del gobierno. Lo que permanecía dormido se despertó bruscamente, lo que era lento se aceleró y lo indefinido comenzó a contrastarse, a la luz de la más grande movilidad social y toma de conciencia política vivida por Venezuela desde la Revolución del 23 de Enero de 1958.

Si 1999 fue el inicio de las transformaciones políticas e institucionales, abril y diciembre de 2002 fueron la espita para las conquistas sociales.

Lo logrado en la salud, educación, soberanía petrolera, soberanía estatal; más reciente lo que ha comenzado en la propiedad de la tierra, entre otros planes de meno dimensión, constituyen pilares.

Pero la más útil y trascendente de todas las conquistas, la que sostiene la legitimidad social del proceso y el gobierno venezolano actual, es la conciencia política adquirida por la población. Sin ella todo sería volátil.

Entre males, remedios y 'doctores'

La cuantificación de esta realidad emergente, en el terreno de la salubridad, comienza por el dato del universo poblacional atendido. El servicio público sanitario de nivel primario alcanzó entre 1999 y 2004, a más de 12 millones de personas. Esto, en relación con lo obtenido en ciclos históricos anteriores, representa una novedad.

Tomaremos dos ciclos, el que va de 1950 a 1980 y el que comienza en 1981.

Todo lo bueno acumulado en servicio de atención primaria a la salud, después de la Revolución del 23 de Enero, hasta 1980, se derrumbó entre 1981 y 1998.

Así lo señalan taxativamente, autores como Augusto Galli y Haydee García, en el libraco 'El Caso Venezuela. Una Ilusión de Armonía' (Capítulo 19, 'El Sector Salud: Radiografía de sus males y de sus remedios'. Compiladores: Moisés Naim y Ramón Piñango, Ediciones IESA, 2ª Edic. Páginas 452 a 470. Caracas 1985)

Naim y Piñango tuvieron el mérito de dirigir en 1980 el más completo estudio de la realidad venezolana, bajo orientación ideológica y financiera de la gran burguesía neoliberal de entonces. No por casualidad, es el mismo grupo social que en 2002 apoyó el golpe de Estado y que en 2005 -o 2010 no importa- daría cualquier cosa con tal de ver pulverizadas las Misiones sociales: sus peores enemigas en el largo plazo. En 1981, cuando hicieron 'El caso Venezuela. Una ilusión de armonía', tenían el objetivo de reconstruir el país que se les comenzaba a ir de las manos. Ese libro fue un proyecto de país en los papeles. Un proyecto de 'doctores'. Hoy, ya ni eso les interesa. Les bastaría con reconquistar PDVSA.

La ruina de un sistema de salud vulnerable

Todo lo que se construyó como 'sistema de salud' en Venezuela después de la II Guerra Mundial fue frágil y condenado a la decadencia, porque no se asentó en el criterio matriz de la atención masiva estructural y permanente. El criterio fue el negocio, el privado y el otro.

Al revisar el estado de la salud en las tres décadas que fueron de 1950 a 1980, estos autores cuentan en el libro de Naim y Piñango que 'Al observar la evolución del gasto en salud se aprecia que este ha pasado de 21 bolívares per cápita en 1950, a 398 bolívares en 1980. Sin embargo, tal como lo evidencia el Cuadro 4, en ese mismo período el porcentaje del presupuesto del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS) con respecto al presupuesto nacional pasó de 7,5 por ciento en 1950, a 6,1 por ciento en 1980' (pág. 456)

El valor nominal de la cantidad de bolívares per capita invertidos desde 1950, se diluyó por acción inflacionaria y perdió valor acumulativo en el desarrollo del sector salud, al reducirse históricamente su inversión global, bajando en 1,4 puntos mientras la población se multiplicaba a razón de 2.8 promedio anual, o sea, el doble.

Más grave aún, los autores indican que la inversión destinada a 'medicina preventiva y saneamiento ambiental' se redujo en la mitad en el período tratado. Del 28% alcanzado en 1950, se redujo al 14 por ciento en 1980. Eso se tradujo en un grave déficit acumulado de camas médicos y enfermeras hospitalarios por habitantes. El medicamento venezolano de ese período fue el segundo más caro del continente latinoamericano. Sólo Perú superaba a Venezuela en el costo social promedio por medicamento. Un estudio realizado por la Organización Panamericana de la Salud (1984), mostró que un modelo de precio construido con 30 medicamentos básicos de atención primaria, dio este resultado: Mientras en Perú esa unidad abstracta costaba al público 3.7 dólares, en Venezuela costaba 3.5 dólares. Ambos países estaban por encima de todos los demás del grupo latinoamericano.

El resultado fue la consolidación de la medicina privada orientada por el lucro individual, que en Venezuela creció en desmedro de la pública. 68% del mercado nacional de la salud (medicamentos, material médico y atención) se realizaba en el sector privado.

Siguiendo la información del texto mencionado de Naim y Piñango, es fácil comprender por qué la salud de la sociedad venezolana se redujo a niveles de miseria en la década de los 90. A la reducción del gasto social histórico se sumaba anualmente el desarrollo de los servicios privados de atención médica y la indefensión inmunológica de los habitantes por la desatención de la prevención.

Mientras el rubro 'Servicio ambulatorio y preventivo' (del cuadro 5 del capítulo, página 458 en el libro citado) ocupaba el 24.1 por ciento del gasto porcentual del MSAS en 1950, en pleno auge de la dictadura perezjimenista, reflejando los ingresos petroleros de Postguerra, esa realidad cambió en 1980.

Este 'Servicio', fundamental en el equilibrio sanitario, tanto para la defensa frente a las infecciones como para la resistencia inmunológica humana, se redujo al 9,8 en el gasto del MSAS. Una reducción de casi dos tercios.

'El énfasis en lo curativo y no en lo preventivo ha llevado a que el problema de la 'enfermedad' se trate de resolver con un enorme despliegue de recursos, lo que ha significado, entre otras cosas, la construcción de los más modernos hospitales dotados de la más moderna tecnología. Mientras tanto, el individuo y la comunidad han quedado al margen de esfuerzos destinados 'a mantenerse sanos' como serían la prevención de la enfermedad, y la educación para cuidarse a sí mismo y proteger sus derechos a una mejor calidad de vida'. (pág. 458)

Sólo faltó un dato clave en esta ecuación de la salud: la alimentación, que en el modo de vida capitalista depende de un ingreso salarial periódico, es decir del trabajo, o sea, de los dueños del trabajo.

No sólo no se prevenía la enfermedad, tampoco se curaba a la mayoría de la población, que terminaba acudiendo a la medicina privada, a la espera de meses o años por una cama en el Seguro Social... al más inmediato y barato 'sistema de salud', la curandera del barrio. Con los riesgos conocidos.

No hay mejor manera de medir los resultados desastrosos del capitalismo venezolano bajo la administración de la 'IV República', que conocer la evolución de las principales causas de muerte. Según el cuadro confeccionado por los autores referidos hasta ahora, 7 de las 10 principales causas de muerte en el país en 1972, habían crecido en 1980. O sea, toda la 'inversión' pública en salud, terminó en otra cosa que no fue la población venezolana. (Ibid, pág. 455, Cuadro 2: Principales Causas de Muerte 1950-1980)

1981: Segundo ciclo de caída inexorable

Un especialista de la Comisión Económica de América Latina (CEPAL) determinó las causas del desastre de la salud en Venezuela desde 1981. Las investigación y redacción del informe estuvo a cargo del especialista Marino J. González R. Se llamó 'Reformas del sistema de salud en Venezuela 1987-1999: Balance y perspectivas. Editado en Santiago de Chile, junio de 2001 por la Unidad de Estudios Especiales, Secretaria Ejecutiva de la CEPAL. En ese trabajo, Marino informa lo siguiente:

'La cobertura de los servicios de salud del Instituto Venezolano del Seguro Social (IVSS), especialmente del FAM, se ha estimado en 35% de la población total (incluyendo los trabajadores asegurados y sus familiares) en 1998 (D´Elia 2000)'

El autor señala un dato: 'La cobertura de otras instituciones contributivas no se publica de manera regular', dato que no es menor porque encubría dos grandes tendencias: la reducción drástica del servicio sanitario que brindaba el Estado y los grandes negocios legales e ilegales que realizaban las multinacionales de la medicina.

El autor acudió a muestras empíricas que resultaron suficientes como ilustraciones del drama. Sobre todo porque aleja la lectura del Informe de la frialdad de las estadísticas y nos acerca al mortal común que expresa su indefensión social.

'La Encuesta Social de 1998 (elaborada por la Oficina Central de Estadística e Informática, OCEI) incluyó en una de sus preguntas la cobertura de seguro social, más no la de otras coberturas de sistemas de salud. Lamentablemente no se pudo contar con la base de datos que permitiera identificar la cobertura al menos de la seguridad social. Sin embargo, otras áreas de dicha encuesta permiten aportar algunos elementos indirectos (González y Molina 2000)

Por ejemplo, que 'el 8% de las personas que presentaron trastornos agudos reportaron que acudieron a los servicios del Seguro Social'. Que 'el 33% de los entrevistados manifestó la asistencia a consultorios o clínicas privadas.'

'El resto de los entrevistados (poco más del 60%) reportó su asistencia a instituciones públicas. En el caso de aquellos que reportaron la realización de exámenes de laboratorio, casi el 60% señaló que acudió a centros privados o religiosos. Este hallazgo es coincidente con las reiteradas quejas de los usuarios sobre la dotación de los centros de salud del sector público', resalta el Informe.

'Pareciera que las instituciones públicas sólo atienden las demandas de servicios de laboratorio a una fracción (posiblemente 50%) de los usuarios que consultan por problemas de salud.'

Más grave es el caso de atención a los problemas de salud crónicos. 'El 10% de los pacientes acudió a servicios del IVSS, más del 40% de los pacientes acudió a instituciones privadas o religiosas. El 40% de los pacientes fue atendido en instituciones públicas no dependientes del IVSS.'

Y el secreto de los secretos de la sanidad humana: 'El 50% de los pacientes que reportó la imposibilidad de realizarse exámenes complementarios, señaló que la causa era la carencia de medios económicos. El 80% de los pacientes que reportó la imposibilidad de adquirir medicamentos indicó que se debía a la carencia de medios económicos.'

En líneas generales se puede inferir que la cobertura real de los servicios públicos, especialmente aquellos del MSDS, es menor en los casos de trastornos crónicos. Más del 50% de los pacientes por estas causas son atendidos en instituciones del seguro social o en el sector privado.

En el caso de los pacientes que consultan por dolencias agudas, este porcentaje es ligeramente menor. 'Pareciera, en consecuencia, que la demanda de servicios en instituciones privadas es superior a lo tradicionalmente aceptado.'

1987-1998: El derrumbe

La miseria ampliada que definió a la sociedad venezolana en 1998, comenzó a gestarse a comienzos de los años 80 y se implantó masivamente entre mediados de esa década de déficits en el gasto social y casi toda la década de los 90 cuando esos déficits y malversación de dineros públicos, se transformaron en derrumbe.

La señal de ese fenómeno en el terreno de la lucha de clases fue la insurrección del Caracazo (febrero de 1989) los brotes de insurrección militar de 1992 y la más intensa y extensa lista de luchas de todos los tipos en la sociedad que haya vivido Venezuela desde 1958-1960 (Margarita, CLACSO, Caracas/Buenos Aires, 2003) El dato es conocido: El 82 por ciento de la población venezolana ya vivía en la miseria en 1992.

Una sombra grotesca del derrumbe de la salud del venezolano hasta 1999 fue la cantidad de leyes, Decisiones y Decretos ejecutivos que sirvieron para todo, especialmente para la propaganda de Estado, pero no para curar. Más de 10 años de reformas que no reformaron nada. Así lo muestra el investigador Marino J. González en su informe a la CEPAL:

'Entre 1987 y 1999 Venezuela ha ensayado diferentes tipos de reformas en el sistema de salud. En dicho período se sucedieron las siguientes reformas: (1) Ley del Sistema Nacional de Salud de 1987, (2) descentralización de servicios de salud (a partir de 1990), (3) reestructuración del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) en 1992, y (4) aprobación de la propuesta de reforma del Subsistema de Salud de la Seguridad Social en 1998.

A pesar de que todas estas reformas se han concretado en instrumentos legislativos o reglamentarios, el proceso de implementación ha sido difícil e infructuoso en todos los casos.'

El principal efecto de este desastre se verificó en la salud de la población. El sistema sanitario que comenzó a desarrollarse en 1936 y acumuló algunos éxitos relativos en la década de los años 60 (Ver Naim y Piñango, 1982) fue destruido durante casi 15 años.

Los que nunca vieron una jeringa

Hasta 1998, la red de salud pública atendía a un poco más de 2 millones de ciudadanos por año, en una evolución histórica que comenzó en 1950 con poco más de 280.000 personas atendidas por el Estado.

Entre mediados de 2002 y el primer semestre de 2004, el universo total anual atendido ascendió hasta una nueva escala anual: 11.230.000 personas .

Desde el punto de vista de la atención este dato constituye un hecho revolucionario, una conquista social. Sus beneficiarios así lo entienden políticamente. Sólo así se entiende que el apelativo 'Barrio Adentro' sea sinónimo en Venezuela de salud, atención sanitaria inmediata y gratuita. De hecho, reemplazó en la memoria social a instituciones de salud como IVSS y otros, que por medio siglo fueron, en el mejor de los casos, referencia difusa de ese servicio básico. En el peor, IVSS simboliza en la memoria popular corrupción, ineficacia, angustia.

Esta transformación radical del servicio de atención primaria universal comenzó en 2002, aunque tuvo sus primeras iniciativas en entre el 2000 y el 2001.

El técnico de la CEPAL dio cuenta en su informe de estos precedentes: 'El sector salud ha recibido especial atención por parte de los niveles ejecutivos y legislativos nacionales. La Asamblea Nacional deberá legislar en el año 2001 en las áreas de seguridad social y salud. Las características y consecuencias de la nueva legislación afectarán, sin lugar a dudas, el sistema de salud de las próximas décadas.' Sin embargo, el nuevo sistema de salud en Venezuela sólo puede ser medido a partir de 2002-2003, con el programa Barrio Adentro y las inversiones de 2002-2003.

Dos riesgos de mortalidad

Desde junio de 2003 se ha complementado con la ampliación de inversiones en áreas y ramas de atención compleja, como la oncología, el SIDA y otros.

La nueva orientación de las inversiones del Estado y su modo de ejecutividad impusieron una modificación radical de las formas de inserción. La mayoría de las decisiones e inversiones en materia de salud y atención están concentradas en el gobierno central, muchas a expensas de la parte útil acumulada en el Ministerio de Salud y Desarrollo Social (MSDS) y otras dependencias.

Este emergente sistema de salud en Venezuela está en proceso de desarrollo. Ese mismo hecho obliga a pensar en los riesgos que lo acechan.

No es la primera vez en nuestro continente, que un gobierno o proyecto político adelanta planes de desarrollo en la salud o la educación. Argentina, Uruguay, Chile y Costa Rica lo han hecho entre la década de los 40 y la de los años 70.

El desafío de la nueva red de salud en Venezuela es impedir su decadencia, corrupción y quiebra, como ha ocurrido en cada uno de los países señalados. De todos, el ejemplo más contratante es el de Argentina. Este país contó con uno de los mejores sistemas de salud del hemisferio hasta que fue destruido por las privatizaciones y la corrupción interna.

Cuba es el único caso donde el sistema de salud ganó escalones de desarrollo positivo en la atención primaria y en algunas ramas de medicina compleja y no retrocedió a los niveles de desastre de los otros países señalados. Ese se debe a que en Cuba la salud es parte integral de una cadena de conquistas sociales regidas por la ausencia de criterios capitalistas en la atención sanitaria. Destruir la salud cubana exigiría derribar en forma simultánea todo o buena parte del sistema político, económico y social instaurado por las revoluciones de 1959 y 1963.

La 'revolución bolivariana' no alcanzó aún ese nivel de profundización política y económica. El nacimiento del nuevo sistema de salud es frágil en términos históricos y comparativos. Podrá sobrevivir y consolidarse si logra encadenarse a otras transformaciones similares en toda la estructura política y económica del Estado y la sociedad.

En esa perspectiva, el nuevo sistema de salud creado por la 'Revolución bolivariana' contiene dos riesgos ingénitos. El principal peligro está en el peso ganado desde 1959 por los sistemas de salud privados, cuyos criterios éticos, económicos y políticos tienen como único fin el lucro individual, no la asistencia sanitaria de la población. En este caso la salud es apenas una más de las mercancías de un sistema mundial, que tiene su base en el control imperialista de la biotecnología, las patentes y moléculas.

El segundo peligro es un epifenómeno del anterior, no por eso de menor peligrosidad. Se llama corrupción. Nace en el negocio privado y termina en el funcionario, no al revés. Se perfila como el principal factor de distorsión y peligro para el sistema sanitario que está creando la 'revolución bolivariana'.

 

Denuncias de violencia infantil - números para llamar

Denuncias de violencia infantil
La Red Solidaria pide a quienes sepan sobre chicos que sufren algún tipo de violencia que lo denuncien. Proponen que se haga en su día, el domingo 13. Algunos números para llamar:
Red Solidaria (4796-3923/ 5828).
CONTAME (0800-2222 800 y 0800contame@conaf.gov.ar).
Capital Federal (102).
Provincia de Buenos Aires CUIDA NIÑOS (0800-666 6466).

Condiciones de trabajo y salud

Jornadas de ALAMES

Facultad de Medicina UBA

Prof.Graciela Zaldúa

Tema: Condiciones de trabajo y salud.

 

Saludos y agradecimientos por el reencuentro de la corriente crítica de Salud Colectiva, de ALAMES. Dos dimensiones : lugar y tema son propicias para interpelar a los propios actores de la UBA, en mi caso docente. La  Facultad de Medicina  fue el espacio reciente de hechos repudiables y los actores docentes universitarias, tenemos demandas específicas laborales, además de las cuestiones de representatividad cuestionadas.  El efecto de lo acontecido en este período de reelección de Rector,  se instala en la sociedad como insistencia de los jóvenes en no dejar sesionar, sin embargo las presencias, hechos y operatorias violentas de un sector hegemónico  ponen en evidencia los intereses y complicidades para que nada cambie. La negación denegación,  termino para caracterizar un mecanismo en que los sujetos expresan un deseo o pensamiento cuya presencia o existencia niegan podría reflejarse en los acompañantes del postulado Dr.Alterini:  queremos sesionar para elegir el Rector y no nos negaremos a discutir el estatuto, negando la propia desestimación de una comisión presidida por el mismo. Por otra parte, invisibilizar la responsabilidad ética de despidos a embarazadas y desaparecidos es concomitante a la presentación de supuestos  apoyos, negado luego, como del premio Nóbel de la paz  Arq.Perez Esquivel.  

 Sin embargo esta crisis, también debe ser propicia para debatir el carácter de la Universidad pública, gratuita y plural ideológica y científica del siglo XXI, la responsabilidad en la formación y en los desafíos científicos técnicos y políticos que la Sociedad demanda, entre ellos las condiciones de trabajo y salud.

Tal vez,  en este lugar recurrir al poema de Bertold Brecht, que asociado  también a otra interpelación como A. Artaud en la  carta a los médicos de manicomios,  nos interrogan sobre paradigmas, prácticas, vínculos, :    ¿Sabes curar? Palabras  de un obrero a un  médico, en 80 poemas y canciones.

 En tu consultorio nos arrancan los harapos/ y tu  aplican el oído a nuestros cuerpos desnudos./ Una mirada a los harapos te informaría mejor sobre la causa de nuestra enfermedad,/ la misma causa desgasta nuestros cuerpos y nuestros ropas.......

Dices que el dolor en el hombro proviene de la humedad,/ de la que también proviene la mancha en la pared de nuestra casa?/ Exceso de trabajo y falta de comida nos hacen flacos y débiles/ tu receta dice: “tienes que aumentar de peso”/Es como decirle al junco no debe mojarse,/¿cuánto tiempo nos dedicas?/ Probablemente nos dirás que eres inocente./La mancha de humedad en la pared de nuestra casa dice lo mismo.

Este complejo problema del trabajo y la salud trataré de abordarlo desde  la contextualización de dos dimensiones centrales la flexibilización y la precarización y sus efectos en la salud, junto a los desafíos para el derecho a la salud

Los datos de la OIT  son un reflejo de la situación, 7 de cada 10 nuevos empleos son del sector informal y solo dos de 10  cuentan con protección social En la era de la globalización hay un déficit de trabajo decente agrega.

En el periodo de lo 80 se acelera la acumulación del Capital y se produce una transformación social,  particularmente con efectos en la población trabajadora de sus condiciones de vida y de salud.

A su vez, los dispositivos ideológicos tramitan la opacidad de otras alternativas, la globalización neoliberal es la salida frente a los fracasos del socialismo real y la socialdemocracia. En A. Latina se traduce en corrimiento del Estado de los ámbitos de regulación y en nuestro país, con la participación de algunos dirigentes sindicales  en la  privatización de recursos energéticos, transportes, etc., de empresas, con desregulación del mercado y entrada irrestricta de capitales extranjeros.

El desempleo, la pérdida de derechos y trabajos más expuestos a riesgos fueron una consecuencia, unido a la inestabilidad laboral y la baja de salarios.

La flexibilización de los procesos productivos, incorporando automatización, informática y formas de calidad total o control de calidad se asientan formas polivalentes de actividad y en muchos casos por sus exigencias aumentan los riesgos y problemas de salud.

La flexibilización y precarización se articulan para intensificar el trabajo, disminuir el coste laboral, y por ende las prestaciones.

El marco legal o es violado o se imponen leyes que contribuyen a sostener. contratos laborales, autorizar los bonos o tickets,  las becas, etc. Veamos algunos ejemplos

de decretos y  leyes que dan cuenta del deterioro de las condiciones y relaciones de trabajo:

 

Decreto 1477 y 1478, año 1989, hasta un 20% de salario puede pagarse en bonos.

Decreto 435 y 612, año 90, fijan topes máximos a los salarios de todos los empleados públicos, existieran o no convenios colectivos previos.

Decreto 1894, año 1990, fija el salario mínimo, vital y móvil en $200.

Decreto 1894, año 1990, limitó el Derecho de Huelga: Servicios esenciales.

Ley Nacional de empleos nro. 24.013, año l991, generalizó los contratos flexibles y temporales, sin estabilidad ni indemnización en caso de despido.

Decreto 1803, año 1993, restringe derechos adquiridos.

Decreto 470, l993, permitió aumentar o suprimir pagos por productividad.

Ley 24.467 para Pymes, año 1994, benefició a esas empresas con estatuto especial de Flexibilización y precarización.

Ley de accidentes de trabajo nro 24.028, año 1994, redujo en un 35% el cálculo indemnizatorio.

Ley de Riesgos de trabajo nro24557, año 1995

Ley de concursos y quiebras nro 24552, año 1995, suspendió o extinguió los convenios colectivos en estos procedimientos.

Decreto 770, 771, año 1996, eliminaron las asignaciones familiares a los sueldos superiores a $500,-

Decreto 1553, año 1006, elimina la “ultra-actividad” de los convenios laborales.

Decreto 1554, año 1996, el Ministerio de Trabajo puede descentralizar la negociación colectiva y fijar el ámbito de la misma.

Decreto 155, año 1996, autorizó a las empresas Pymes a negociar salarios y condiciones laborales con los trabajadores de planta.

Decreto 1560, 1996, permite el cambio de afiliación de obras sociales.

 

Por otra parte, los profesionales del coaching o de las evaluaciones o de los Aseguradoras de riesgos, aparecen en escena en el momento de más división social y técnica del trabajo. La competitividad se desagrega por géneros, registrándose una multicompetencia vertical más calificada para los hombres y una multicompetencia sin calificación para mujeres.

Se convoca a la involucración y cada vez hay menos autonomía.

Es así que las relaciones del trabajo productivo e improductivo, manual e intelectual, material e inmaterial, la división sexual del trabajo y la nueva configuración en el mundo del capital y sus sistemas productivos nos ponen frente a experiencias universalizantes,  pero también particulares, jalonados por resistencias, organizaciones, y también retrocesos y desamparos.

Los perfiles de desigualdad y las brechas de inequidades acrecentadas por la hegemonía neoliberal se manifiestan en la desocupación estructural y los salarios de cuasi inclusión, planes que debemos decir se habían impuesto con la disciplina del Terrorismo de Estado y luego continuaron con los procesos democráticos de economía neoliberal.

Hablamos acá de operatorias de destitución de ciudadanía que afectan las condiciones de vida y subjetividades. En l986, la OMS afirmaba que el desempleo es una catástrofe epidemiológica de origen social, con víctimas y con responsables.    .

Los efectos en la salud, de las múltiples violencias producen angustias traumatizantes y la eficacia sintomática del terror. Lo traumático irrumpe, interrumpe y desestabiliza los anclajes de la vida social y no puede sostenerse con los recursos previos... Esto es lo que sucedió y aún quedan las secuelas., La forma de la indigencia extrema, es condenar a tocar fondo, a ser de pura sobrevivencia, nuda vida, invisibilidad , perdida de nominación , de la palabra dirá Agambden,

Situaciones que remiten a un tiempo sin horizonte (como lunes al sol) con fábricas cerradas,  donde la masculinidad no sostenida por el trabajo se remeda fantasmáticamente por la violencia, y la femenidad dominada por la flexibilización desrregulada, Y los jóvenes sin empleo migran o aceptan empleo basura o entran en redes informales

Es así que nos encontramos con problemas tradicionales de Salud y otros no reconocidos relacionados con el estrés agudo y crónico, trastornos psicosomáticos, mentales, por ejemplo depresión o Burnout (SQT), o trastornos ansiosos

En segundo término podemos incluir los problemas derivados de los agentes tóxicos, y sus efectos neurológicos o cancerigenos. 

En tercer término podemos señalar las fatigas visuales, musculares, auditivas y los trastornos músculo-esqueléticos como las lesiones por actividades repetitivas de miembros como mano, muñeca, brazo, etc.

No puedo dejar de nombrar dos problemas graves y con consecuencias dramáticas

 

Uno: es el Trabajo infantil. La ley regula el también adolescente, más de l4 años y lo sujeta a restricciones. Cuando se habla de las peores formas se insiste en los tres dramas: soldados en guerras,  prostitución y tráfico de drogas, pero en la Argentina también debemos incluir los niños que trabajan en la cosecha de tabaco, que se calcula cerca de 30.000 entre Salta y Jujuy o los/las que trabajan en Coronda en la cosecha de  frutilla. Sus efectos en la escolaridad y la salud son evidencias y la erradicación del trabajo infantil debe ser de cumplimiento por la Convención de los Derechos de niños, niñas y adolescentes.

 

Dos: El tráfico y trata de seres humanos, en particular de niñas y mujeres. La situación de esclavitud, la quita de identidad, la violación se asienta en complicidades de organismos del estado, de la sociedad civil y en algunos casos de sus grupos familiares. No es el caso paradigmático de la madre de Marita en Tucumán o la familia de Fernanda la chiquita entrerriana, que luchan como las Madres de la Plaza por su aparición

Para ir concluyendo, debemos reconocer que la  informalidad es precarización. El 75% del trabajo ocupado es informal en AL para el 2003, pero el sector más afectado son mujeres, porque es el 85%.

Se puede agregar que sin organización y resistencia habrá más morbilidad de los grupos vulnerables.

Es central generar Monitoreos Estratégicos de Condiciones de vida y Salud con la participación de los trabajadores que aporten desde el control de incumplimientos  hasta con sus organizaciones hacer nuevas legislaciones con eje en la prevención y la participación de un sistema integral de salud universal público y gratuito.   En este sentido  es un desafío   plantear servicios para la detección, notificación y definición de enfermedades profesionales y la necesidad de cualificación de recursos en salud que compartan el paradigma de la determinación social de los procesos de salud

Se exige la validez científica de los modelos de interpretación,  pero hoy más que nunca debemos exigir la validez ético política  La salud es un Derecho y otro mundo del trabajo es posible. Muchas gracias.

Mayo 2006

Las Mujeres.
Susana Checa. Ponencia en congreso ALAMES mayo de 2006
El tema fue desarrollado desde el concepto de perspectiva de género.
En la relación mujer-salud se constatan situaciones que remiten necesariamente a la conceptualización de género como categoría explicativa para comprender el lugar que les compete a las mujeres en la salud. A raíz de la función reproductora indelegable de las mujeres durante su período fértil como es el proceso de embarazo-parto y lactancia, las mismas se prolongan naturalizando funciones supuestamente “femeninas” que implican que las mujeres se hagan  cargo  de manera casi exclusiva del cuidado y atención de los hijos y el grupo familiar, son también quienes realizan tareas comunitarias vinculadas a la salud de la población y si trabajan profesionalmente lo hacen en escalas de menor jerarquía en el sector salud. Si bien la esperanza de vida de la mujer es mayor que la masculina, padecen malestares y enfermedades postergando su autocuidado y atención de calidad en los efectores públicos de salud.  De allí que es importante incluir en las políticas públicas de salud un enfoque de  género para poder revertir en todos estos aspectos la relación de las mujeres con la salud en sus distintas dimensiones para mejorar la calidad de la atención y hacer más equitativa su participación social tanto  en la familia y la comunidad como en el sector salud. 
La salud de la mujer tiene dos aspectos importantes:
- salud sexual y reproductiva
- los derechos sexuales y reproductivos

Cuando la OMS retoma la perspectiva de género y salud reproductiva se define desde el enfoque de salud general que sostiene esta organización.  La definición es importante dado que universaliza y afirma la autonomía de la mujer para decidir de manera informada el momento y circunstancias para la procreación o para decidir no tener hijos o interrumpir embarazos si los mismos ponen en peligro su vida, son producto de abuso sexual o tiene razones plenamente justificables para no continuar un embarazo no buscado y que no forma parte de su proyecto de vida.
En general el sistema de salud da cuenta de la mujer en su función procreadora y en relaciones subalternas a la misma procreación.
En los inicios se habló de salud reproductiva y luego, en la última década, se incluyó la sexualidad lo que incluye la capacidad del goce independizándola de la función reproductiva.
Los derechos de la salud sexual y reproductiva se presenta como un hito de los años noventa, luego de la Conferencia de Población y Desarrollo de El Cairo de 1994.  Fue la primera vez que se cambió el paradigma demográfico y poblacional para incorporar el de los derechos de las personas a decidir cuando tener hijos, e incluye la posibilidad de interrupción del embarazo.
En Beijín se continúa y profundiza este tema. En la actualidad ya ha habido distintas reuniones internacionales post Cairo y post Beijing, a los 5 y los 10 años de ambas conferencias internacionales para monitorear si los países han cumplido con las recomendaciones emanadas de dichas conferencias que impulsan los derechos sexuales y reproductivos de mujeres y varones, con énfasis en la población adolescente
En Argentina se promulgó la ley de Salud Sexual y Procreación Responsable    ( 25.673)  , ley que transitó y transita muchas dificultades como son la provisión de algunos anticonceptivos como el caso del DIU que por muchos profesionales y sectores de la iglesia es considerado abortivo obstaculizando su provisión,,  la objeción de conciencia, o la libertad de los adolescentes a ejercer su derecho a ser atendidos en los servicios de salud sin la aprobación y

compañía de padres o tutores, etc.

Los indicadores actuales de salud son preocupantes.  Si tenemos en cuenta la existencia de la ley no deberían existir dichas estadísticas sobre todo en cuanto a mortalidad materna (donde se incluyen adolescentes).  En Santiago del Estero donde recientemente hubo   8 mujeres detenidas por abortos provocados, entre ellas una chica de 14 años.
Es importante tener en cuenta que el 90% de los partos del país son institucionalizados y este dato debería ser un indicador favorable.
El tema es complejo, tiene muchas dificultades dado que las clases políticas tienen el poder para ofrecer políticas de salud reproductiva y no siempre lo realizan.

Exclusión Social como determinante de mala salud

Exclusión Social como determinante de mala salud.

Dr. José Carlos Escudero-ponencia para congreso de ALAMES, Argentina, mayo de 2006

 

Cuando todo el mundo es parejamente pobre, algunos problemas se reducen. La pobreza uniforme que existe al interior de una sociedad, si además se le agrega cohesión social

(hechos que suelen ir juntos), suelen proteger de algunos males: la violencia que suele aparecer como respuesta a una exhibición insolente de riqueza, la que aparece como consecuencia de la frustración de no haber alcanzado un “éxito “ individual que aparentemente está al alcance de todos en sociedades desiguales. Una explicación habitual para los bajos niveles de mortalidad que se observaban en Japón antes de su “desarrollo” era su homogeneidad cultural y la fuerte cohesión social que ofrecía a sus habitantes. La pobreza era generalizada, pero había muy poca exclusión, marginación o abandono.

 

La anterior es una explicación cultural de la inclusión como generadora de buena salud colectiva. Existe consenso que la exclusión cultural se potencia con la  privación de vida material para  generar enfermedad mental y física Agreguemos algunas explicaciones que provienen de la materialidad de la vida y que se combinan con las explicaciones culturales. El primer capitalismo industrial, el del comienzo de la Revolución Industrial, era extremadamente explotador, pero no era excluyente, excepto por razones de extrema juventud, extrema vejez o extrema discapacidad. Todo trabajaban, ya que había pocas formas de reemplazar el trabajo físico humano  (la era de uso de combustibles fósiles y de generación de energía por otros medios estaba apenas comenzando) y todos eran explotados al trabajar. Empleo pleno, mucha extracción de plusvalía absoluta, mucho sufrimiento, poca exclusión.

 

En el capitalismo actual esto ha cambiado sustancialmente. Menos trabajo humano, reemplazado por la fuerza de la energía de otro origen y por adelantos en la tecnología, mucha extracción de plusvalía relativa, mucho desempleo, mucho trabajo precario, mucha exclusión. El trabajo regular, generador de explotación pero también deseable como posibilidad de  ejercicio de creatividad, como ratificación de la personalidad, como parcelador de tiempos, como satisfactor de mandatos, como reaseguro para las familias y para le vejez, aunque su beneficio sea expropiado por otros, es cada vez mas escaso. La alternativa : la satisfacción de la totalidad del trabajo socialmente necesario (por razones principalmente ecológicas una necesidad social que va a ser mucho mas austera que lo que actualmente ofrece la sociedad de consumo y despilfarro), repartido uniformemente entre la totalidad de la población económicamente activa, generaría jornadas de trabajo mucho mas breves que las actuales y la posibilidad de un ocio mucho mas extendido. Esta posibilidad , técnicamente factible , es absolutamente utópica dada la actual correlación de fuerzas políticas a nivel mundial y nacional, y los países mas benévolamente socialdemócratas del mundo ( los escandinavos, por ejemplo ) están mas lejos de ella que hace treinta años., mientras que el “socialismo realmente existente” , que se planteaba como alternativa , ha casi desaparecido, por una combinación de contradicciones internas y operaciones de política internacional donde el futuro San Juan Pablo II jugó un papel destacado.

 

Existe otro análisis de la exclusión/ inclusión como categorías opuestas y posibles: el fortalecimiento de cada una de ellas mediante  políticas de Estado. Comparando internacionalmente las  políticas sociales de diferentes países, puede verse como han favorecido la inclusión, y por tanto la buena salud, a través, por ejemplo, de una trama de seguridad social que al retribuir adecuadamente  al trabajo, al volverlo estable, al subsidiar a los enfermos y al asegurar la jubilación, mejoraron la salud física y mental colectivas; como , al crear instituciones y servicios con cobertura universal , estimularon la inclusión y la salud ( nuestra Argentina, tan salvaje en muchas respectos, tiene cuatro grandes haberes en su historia: las red universal de agua potable en las grandes ciudades, que debemos a la oligarquía positivista; la sarmientina educación primaria universal, gratuita y laica; la universidad pública de relativamente fácil acceso de la Reforma del 18 y el sistema de salud universal y gratuito de Carrillo. En el siglo 20 ,los sucesivos golpes militares, la “Nación Argentina Católica” , el neoliberalismo y el transformismo de la alianza política peronista –radical pudieron debilitar pero no erradicar esas poderosas herramientas integradoras en un país en el cual la mitad de la población era de origen inmigratorio reciente, herramientas que lo homogeneizaron, le dieron una cultura que toda su población comparte, y que , cristalizado el resultado en el barrio del Once de Buenos Aires es registrado por el cine argentino reciente en películas costumbristas que hacen las delicias de espectadores europeos y norteamericanos, porque esto, en sus países no se consigue: pueden ser mucho mas prósperos, pero no han desarrollado en sus tierras un “crisol de razas” tan eficaz. Estas instituciones integradoras  de Argentina siguen existiendo, aunque muy debilitadas, están en nuestro imaginario y en nuestra memoria histórica...

 

Hablar de exclusión enriquece nuestro conocimiento de las determinaciones sociales de la salud, que suelen pecar de un excesivo economicismo, ya del que proviene de las múltiples variantes de la “teoría de la modernización” de las ciencias sociales, como de muchos  análisis marxistas. En términos de costo/beneficio, la mas eficiente lucha en el mundo contra la mortalidad ha sido la emprendida por Cuba, país eminentemente integrado , y con políticas sanitarias y sociales universales y con buena cobertura; la salud mental colectiva mas deseable ( medida en bajas hetero y autoagresión ,tolerancia, aceptación del diferente, libertad de expresión, creatividad, relativamente baja opresión de las mujeres, sexualidad libre ), parecieran observarse en los países centrales donde subsisten casi todos los elementos de los “treinta años gloriosos “ post 1945  ( resulta a la vez gratificante y preocupante ver como los EEUU de Bush se alejan cada vez mas de esto ).  El concepto de “revolución “ como motor de cambio histórico ha tenido una mala prensa desde que la postmodernidad se adueñó del análisis histórico, pues bien, la Revolución Francesa de la Francia burguesa es al día de hoy la revolución que ha conservado el mayor prestigio. Si vemos la historia de Francia: el país que hizo la reforma agraria primera, la mas universal y la mas profunda, que primero se laicizó, que exportó con mas eficacia su ideología igualitaria y sus instituciones, que menos emigrantes expulsó, que antes que ninguno emancipó a sus esclavos e incluyó a sus judíos, que hoy detiene, en sus calles y en sus plazas a los avances de la precarización neoliberal...  Diderot, D´alembert, Voltaire, Marat, Danton; Jean Jaurés, Sartre, integradores, vuelvan y dennos una mano. ".

 

José Carlos Escudero.